La Historia Económica sirve para explicar qué factores han determinado el desarrollo económico de las distintas sociedades y cuáles han sido las interacciones que han influido en su desarrollo temporal. Para conocerla resulta imprescindible acercarnos a los sistemas económicos mantenidos por los distintos estados y sociedades a la hora de promocionar el crecimiento, estimular las capacidades económicas y reducir la desigualdad. Son las formas de organización de las sociedades y sus políticas económicas las que explican finalmente la eficiencia alcanzada en el uso de los recursos.El marco cronológico estudiado es amplio, pues abarca desde el siglo XVIII al siglo XXI, pero al mismo tiempo es limitado. Se trata de responder a las preguntas suscitadas durante el periodo en que la economía mundial aceleró su globalización para trasladarlas hacia el presente. El recorrido se inicia con la Revolución Industrial, sin olvidar el análisis de sus precedentes y determinantes; seguimos con el posterior cambio provocado en los modelos de producción y distribución; y analizamos finalmente la convergencia de las economías a escala planetaria como principal motor de crecimiento y también las distintas coyunturas de auge y crisis.Los niveles de actividad económica aumentaron, con altibajos, durante el periodo analizado en este manual de modo que, en el medio y largo plazo, el crecimiento parece irreversible. Pero ese mayor incremento de la producción, de los intercambios y del consumo no ha venido acompañado sin embargo de un desarrollo económico paralelo en todas las sociedades. Antes bien, las desigualdades parecen hoy en día haber aumentado. No podemos olvidar que presentar los motivos de esta difícil convivencia entre desarrollo e igualdad debe ser, en último término, el principal objetivo de la Historia Económica.